
Es importante que los pimientos de piquillo sean de buena calidad. Con una lata tendremos suficientes para dos personas.
Empezamos cociendo 150 gramos de colas de gambas congeladas, las troceamos y las reservamos.

Por otra parte tenemos preparados los pimientos que iremos rellenando con la bechamel y colocándolos en una cacerola bajita pero de fondo amplio para que no poner nada más que una capa.
En una sartén hacemos un sofrito de cebolla, añadimos el caldo de los pimientos, un tetrabrik de nata pequeño y la bechamel que nos haya sobrado y trituramos. Salpimentamos y volcamos por encima de los pimientos. Dejamos dar un hervor para que se unan los sabores y listo para servir.
Tiene buena pinta la cosa. Los haré. Todo lo que lleva bechamel me encanta (menos las croquetas de bacalao)
ResponderEliminarSí que tiene buena pinta. Me lo anoto ;-)
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