Hay que pensar algo rápido. Como nos gusta tanto el arroz,
improviso con lo que tengo en el frigorífico, sin congelar.
Hago un sofrito de cebolla, en aceite de oliva. Cuando está
pochada, añado una butifarra fresca en rodajas y rehogo. Agrego el arroz, una
taza de café para cada uno, y también rehogo.
Ahora, agua caliente, doble cantidad que la de arroz, una
pastilla de caldo de carne y un poco de colorante (a mí me gusta más el
preparado para paella). Majo un ajo, un poco de perejil y rectifico de sal.
Con una ensalada de tomate, completamos una comida en media
hora.
La butifarra se puede sustituir por salchichas frescas.
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